La huella digital podría definirse como el rastro que vamos dejando con nuestra actividad habitual desde distintos terminales tecnológicos: ordenadores, tablets, smartphones…
No solo es un historial de las distintas páginas web que visitamos, sino también correos electrónicos, archivos que aunque hayamos eliminado permanecen un tiempo determinado o siempre almacenados en el terminal. También durante el tiempo que han estado abiertos a otros usuarios pueden ser copiados perdurando a pesar de que nosotros pensemos que han desaparecido.
En la actualidad es de vital importancia ser conscientes de este hecho y de los problemas que pueden tener lugar si no somos precavidos a la hora de navegar o realizar otras actividades. Pueden derivarse problemas como que alguien pueda suplantar tu identidad , problemas de confidencialidad ya que como sabemos la intimidad en la web es muy frágil.
Se nos ha propuesto buscar diez rastros de la huella digital:
1.- Datos personales que compartimos en las redes sociales
2.- Páginas que solemos frecuentar .
3.- Archivos que eliminamos y quedan en la papelera de reciclaje durante un tiempo prudencial antes de ser eliminados.
4.- Imágenes que quedan colgadas en la red tras ser subidas a redes privadas .
5.- Datos de tarjetas de crédito que quedan guardados en páginas de compra online
6.- Perfiles laborales tras enviar algún curriculum a través de internet .
7.- Imágenes y distintos archivos que quedan almacenados en el terminal telefónico .
8.- Datos académicos que quedan almacenados tras darse de alta en un espacio educativo .
9.- Whatssap que quedan almacenados en la memoria del teléfono y pueden recuperarse.
10.- Blogs o espacios similares.
La bibliografía utilizada es la siguiente: